La EXPOSICIÓN A LOS ALIMENTOS, es una parte fundamental en la recuperación de un trastorno de la conducta alimentaria. Consiste en ir introduciendo todos esos alimentos temidos, de forma GRADUAL, hasta que dejen de producir malestar.
Es muy importante que la exposición se haga poco a poco, siguiendo las pautas de un profesional, de lo contrario podemos sensibilizar aún más el miedo a determinados alimentos.
Para ser más concreto, el paciente debe hacer una jerarquía de alimentos temidos, puntuando cada uno de ellos en intensidad de 0 a 10 de malestar, siendo 0 nada y 10 mucho. Te dejo un ejemplo:
Pollo empanado: 10
Patatas fritas: 9,5
Pasta con tomate: 8
Ternera a la plancha: 7
Y así con todos los alimentos temidos. La clave es ir haciendo esta exposición poco a poco, de menor a mayor intensidad.